Hoy es sábado 5 de septiembre, y haré un esfuerzo recordar todos mis sentimientos y pensamientos que tenía hace un mes 4 días, cuando cruce la puerta de mi casa con un bebé en brazos mientras una abuela me seguía apuntándome con una cámara para guardar en la memoria ese irrepetible día (creo que ninguno es repetible, pero este se siente más único si es que se puede).
Entré a la casa con emoción, con nervio y con muchas dudas, mis primeros actos respondieron a mis conocimientos de colonias, mostrar el área de juego y establecer las reglas, y así lo hice por muy extraño que se escuche, le explique al pequeño tocayo los nombres de cada uno de los cuartos, se los mostré y expliqué las reglas de donde jugar y donde no hacerlo, lo viví como un juego que me imagino me hacía sentir más fácil la responsabilidad que estaba o mejor dicho que adquirí al convertirme en padre.
Después de un llanto vino el cambio del primer pañal que afortunadamente se realizó con éxito, mi primer pañal cuidando el ombligo, el pene recién circuncidado lo que daba un grado más de angustia por no lastimar, pero sobre todo el terror a ser empapado por un chorro de agua que los cánones marcan van dirigidos directamente al rostro del padre, o peor aún, el gas que expulsa esa nueva popó pegajosa y pastosa que no se quita de la ropa ni con los fabulosos productos de limpieza anunciados por "artistillos" de segunda vuelta. Nada de esto sucedió y el cambio se efectuó con éxito bajo las finas instrucciones de la madre.
Después de ese pañal vinieron muchos más, era la participación más activa que tenía como papá y aunque suene raro, hasta el momento lo sigo disfrutando (claro mientras no lleguen los sólidos el cambio de pañal es tolerable). Es un momento íntimo de plática, donde juegos, de cuidado y la oportunidad de sentir la suavidad de sus piernitas, o pies... el pelear para que logre meter su bracito por ese diminuto orificio de esa diminuta prenda que siempre está acompañado de un perrito, osito o carrito y que al final nos hace decir, "que bonito te ves" y corras por la cámara para tomarle la foto.
Otro momento que hasta el momento creo es mi favorito es el baño, el primer baño lo hicimos en una tina y en la cocina, fue la Bren quien lo bañó bajo la supervisión de un servidor y la fría mirada de una lente que lo apuntaba pero no lo grababa (a veces las abuelas confunden el rojo de rec por el verde del standby y creen que el verde significa "siga"=esta grabando, el primer baño grabado sucedió al día siguiente). Su primer encuentro con el agua no fue gozoso, incluso puedo decir que lo odió, y ahora entiendo porque de bebés no generamos memoria, odiaríamos a nuestros padres... fueron 15 minutos de pataleos, manotazos y llantos, por mas que mamá se esforzaba por hacerle ver lo excitante de la flotación y lo refrescante del agua en el cuerpo, Julián sólo se aferraba a su deseo de salir cuanto antes de esa mala experiencia, y así sucedió durante dos semanas, con La Abu Veli, con Abuela Laura, nada lo hacía sentir bien, mucha agua, poca agua hasta que me pareció que era suficiente y al empezar su tercera semana de vida decidí meterme a la regadera con él... una experiencia totalmente diferente, su fragil cuerpo lo fijaba al mío y lo tomaba con fuerza, sus ojos se abrían mucho para enteder que era eso que le golpeaba la espalda, parecía que lo disfrutaba y creo que así era, me veía a los ojos, no se si diciendome "ahide ti con que me sueltes guey" o "esto si me gusta, no quiero mas tinas" la mamá desde fuera no veía con cierta preocupación que si el agua esta fría, que si está caliente, que si lo tengo bien agarrado, que si cuando lo saque se va a enfriar, pero todo transcurrió con calma, se tome unos traguitos de agua que espero le sirvan para tener un estómago de albañil, pero fuera de eso ha sido una experiencia que hemos repetido y hemos dejado a un lado la tina (tip: en verdad no la compren cuestan mucho y las usas poco)... Bren incluso ha dado un paso más ya lo ha hecho solita y sin ayuda.
Creo que he de agradecer enormemente el hecho que el Chilpa tenga un buen sueño, que las historias de terror respecto al llanto y al sueño hasta el momento no han llegado y por lo menos, nos deja dormir 3 - 4 horas, y a estas fechas hasta 6 horas. A pesar que antes del parto TODO mundo te recomienda dormir, que por cierto descubrí que es el consejo más absurdo y molesto que te puedan dar por varias razones:
1. En todo momento te hacen ver que la parternidad es una pesadilla con ojos abiertos porque no duermes, sólo arrullas y ssshhhhhhseas
2. Señores el sueño NO SE ACUMULA, por más que busqué bolsas, cajas, sobres, bodegas, baúles donde guardar el sueño para cuando lo necesitase y que creen NO EXISTEN, así que porque por más que te digan DUUUEEERRMMMMEEEE ! eso no va a evitar que al día siguiente de una noche de levantadas a las 12, 3, y 6 am no tenga sueño
3. La dimensión del sueño y del descanso uno se los da de acuerdo a que tan sufrida quieras vivir tu paternidad, así mejor tómate las cosas con calma y ahora que eres papá duerme cuando puedas, y si no puedes, pues no duermas
Las salidas también tienen su chiste pero la verdad tampoco ha sido muy complicada esa parte, unos pediatras nos recomendaron salir hasta los 3 meses, otros después de 1 mes y nosotros lo hicimos a la 3ra semana, salud mental y sobre todo relax para la mamá. Nos fuimos a desayunar y a pesar que aún batallé con fijar y quitar el huevito del asiento, y que descubrimos que Julián odia estar amarrado a una silla que le queda grande, lo logramos hacer sin mayores complicaciones y sin retrasos. Sí, como papás y abuelos (que nos acompañaron) quieres presumir a tu hermoso hijo/nieto a todo el mundo y decir, sí yo lo hice, ¿me salió bonito no? (hasta que algo me sale bonito)... que bueno que la naturaleza es sabia e independiente del hombre, uno sólo pone la semilla del resto se encarga la naturaleza, de lo contrario pobre de mi hijo, hubiera nacido sin algún órgano seguro o en un lugar equivocado, o peor aún si en el instructivo hubiera dicho colocar el cerebro aquí, yo hubiera leído colocar el cerebelo y seguro bonito no me queda. Una de las últimas salidas fue para hacerlo ciudadano mexicano, donde se comprotó a la altura de tan solemne evento.
El último cambio de reglas sucedió apenas hace 3 días, ya no más arrullos y deberá dormirse por si sólo, y la tarea comenzó el pasado miércoles después de su última toma, al rededor de las 10:00 pm y después de un buen erupto lo llevamos a su cama (moisés que está en nuestro cuarto): Julián ya es de noche y nos tenemos que dormir (en voz baja) te vamos a acostar en tu cama y te tienes que dormir shhhh" y así lo hicimos, se queda tranquilo con chupón en boca, papá y mamá salen del cuarto sigilosos, 5 minutos después, los primeros rechinidos, pujidos hasta que se convierten en pequeños llandos, ok regreso y nuevamente la explicación "Julián es de noche y ahy que dormir" le pongo el chupón y nuevamente lo dejo con sólo una luz tenua; así lo hice 5 veces y en el inter consolaba a la ma´má quien se preguntaba si era lo correcto, si no era muy chico y si no sufría... hoy fue su tercer día y entendió a la segunda, impresionante pero funcionó y ahora nos cansamos menos y tenemos más tiempo para platicar.
Si, lo he disfrutado y la paternidad si es lo mío, quieres apachurrarlo, besarlo y no dejar que crezca, ahora es cuando todas las frases trilladas de los papás y tíos adquieren sentido, ahora ya eres un papá con frases trialladas que sólo busca lo mejor para su pequeño bebé... espero hacerlo bien, sólo el tiempo tiene la respuesta, en el inter nos seguimos divirtiendo y aprendiendo juntos.