Vida, eso que sucede mientras aprendes

A lo largo de mi vida, tengo la fortuna de considerarme una persona sana, no he tenido que acabar en un hospital por alguna enfermedad y más allá de una gripa, y tal vez una fuerte al año, o una sobrepasada con mi estómago, la vida va en mucha calma.

Incluso, cuando hace 15 años adquirí mi seguro médico, lo pensé un poco porque en verdad no me enfermaba, pero fue la mejor decisión que tomé entonces. Lo desquité con Bren, quien ya visitó en varias ocasiones los hospitales por una pielonefritis, operación de rodillas, y el nacimiento de mis dos hermosos hijos; ahora lo valoro aun más por el proceso de mi amada Regina.

Cada día admiro más al cuerpo, la ciencia y el conocimiento, respeto a los doctores por su labor pero mas a los amigos por su entrega. Esta visita de hospital me ha enseñado muchas cosas, me ha hecho reflexionar sobre la vida, el cuidado del cuerpo y, más que a "vivir cada día como si fuera el ultimo", a estar consciente de las decisiones que toma uno y sus consecuencias.

Hace unos meses decidí volcarme 100% a mi familia en un proyecto de mucha intensidad, y hoy mas que nunca confirmó que mi decisión fue correcta, interpreto este proceso como una antesala a lo maravilloso que viene, es la tormenta antes de un maravilloso día soleado, y que si en principio la aventura tenía sus matices de unión familiar, este evento hará que esa intensidad sea profunda que nos regalará lazos muy fuertes para el resto de nuestras vidas.

He aprendido del trabajo en equipo, del dejarte apapachar y abrazar, del dejarnos ayudar y saber pedir ayuda, del abrirte y ser agradecido.

Regina nos ha enseñado que es paciente, inteligente, valiente y muy fuerte; pasamos de una infección severa en riñón, a una apendicitis, recuperándose de un sistema digestivo paralizado y saliendo de una anemia. Todos los días escuchando, apoyando y cooperando con los doctores y enfermeras que en verdad se han volcado por su recuperación, han formado un equipo interdisciplinario (pediatra, cardióloga, nefrólogo, infectologo y urólogo) unido y muy comunicado, ya hasta nombre y porra vamos a inventar del equipo con todo y sus mandiles.

El humor no lo ha pedido, su templanza y su alegría solo ha contagiado a quienes nos han acompañado

A pesar de la distancia y las limitantes del acceso, los hermanos han estado ahí, pendientes uno del otro, extrañándose y animándose. Otro lazo importante que estamos seguros ayudan en la recuperación, los vídeos de los amigos y primos, los dibujos de sus compañeros y los globos de las enfermeras la acercan a casa y le hacen los días mucho menos pesados

Agradezco a todos por sus muestras de apoyo, preocupación y cariño